Proyectos

Acaba de empezar el año y hemos terminado las comidas, cenas, desayunos, postres, brindis, pastelitos, más brindis, más mazapán, tercer brindis, otro trocito de turrón, que si un cochinillo, que si brindamos por el abuelo, que si quieres un trozo de ternasco, que si brindamos por la tía, que si...hip (perdón), brindamos por la suegra,¿alguién quiere un polvorón?; ¡¡dí pamplona!! y así hasta darnos cuenta que el pantalón se nos ha encogido por arte de magia o que la lavadora tiene vida propia y automáticamente se pone en el programa de agua caliente.
Conclusión: la vida confabula en mi contra.


Ahora vuelve la rutina, los madrugones, los atascos, los empujones en el metro, las caras de sueño, el estrés, todo el mundo preguntándote: ¿qué tal las fiestas?, ¿has ido de rebajas?, a lo que respondo: "¡oh noooo!!!!, las rebajas"...y yo con la lavadora que sólo funciona con agua caliente. (Así no se puede comprar ropa, que luego encoge).
Entonces es cuando me planteo que mi vida girará en torno a un color, el verde. ¿He dicho verde?sí sí, has leído bien, VERDE. A partir de hoy toda mi comida será del color de la esperanza.
Para desayunar un kiwi (que es verde y diurético), y un té a juego (que es más diurético aún). A media mañana una manzana, ¿roja? NOOOO, ¡¡verde!!. Para comer tengo varias opciones: lechuga, escarola, espinacas, rúcula, guisantes. Como primer plato no está mal, y de segundo....(pensemos....)...¿qué carne o pescado es de color verde sin que sea radiactivo o en estado de putrefacción?....Pues no, no caigo. ¿Y de postre?. Puede ser un yogur de manzana, de kiwi, de frutas del bosque. No, de éste último no, que hemos quedado en que tiene que ser de color verde. Pero no lo tengo claro, sigo pensando que me apetece algo diferente. Y ,poco a poco, oigo más fuerte una voz que dice:"¡¡¡ verdeeeee, yo soy verdeeeee, yujuuuuu!!!" Y ahí está, no muy grande, pero tampoco pequeño, el tamaño suficiente para saciar a más de una; con más congéneres de su especie y algunos del mismo color...tachán tachán..... ¡¡¡¡es ÉL!!! ¡Oh cielos!, no podré resistirme a algo envuelto de color verde, tan rico, suculento, dulce, adictivo... ¡¡¡un bombón!!!.
Mañana será otro día y...quizás, sólo quizás, cambie de color.